El Profe  

Los problemas regionales y locales

En Argentina, los desafíos ambientales se manifiestan tanto a nivel regional como local, y están conectados a actividades tanto rurales como industriales. Los conflictos ambientales suelen tener una magnitud menor, como sequías que impactan a varias provincias o tornados que afectan únicamente a una localidad.
En términos de suelo, la polución y la desertificación son cuestiones urgentes. La contaminación de los suelos en las zonas rurales surge del uso excesivo de pesticidas y de procesos industriales, mientras que en áreas urbanas se origina por la falta de infraestructura adecuada. La desertificación, provocada por la tala de bosques y el sobrepastoreo, disminuye la fertilidad de la tierra y altera la vegetación.
La explotación forestal para obtener madera y el aumento de la actividad agrícola han exacerbado este asunto, especialmente en lugares como Chaco y Salta.
El mal uso del agua también se relaciona con la salinización de los suelos. Más de la mitad de las tierras del país presentan algún grado de degradación, siendo más evidente en la Patagonia y en el sur de la llanura pampeana.
Respecto al agua, las acciones humanas añaden contaminantes a ríos y aguas subterráneas. La contaminación superficial es más intensa en las urbes, atribuida a desechos industriales y aguas residuales no tratadas, que perjudican la vida vegetal y animal. La eutrofización, consecuencia de un exceso de nutrientes, también representa un problema habitual. En las zonas rurales, la contaminación de las aguas subterráneas proviene de pesticidas, fertilizantes y la minería.
La polución del aire se convierte en un problema en las ciudades grandes, donde las fábricas y vehículos liberan gases perjudiciales. También se llevan a cabo quemas de basura que emiten sustancias tóxicas. En el campo, los agroquímicos y las actividades mineras incrementan la contaminación del aire.
Las catástrofes ambientales, ya sean naturales o causadas por el ser humano, ocasionan considerables pérdidas tanto en vidas como en economía. Fenómenos como tornados o explosiones nucleares pueden verse agravados por la acción humana, lo que enfatiza la necesidad de la preparación y la reacción de la sociedad frente a tales peligros.
La biodiversidad también enfrenta serios desafíos, con muchas especies en riesgo por la caza indiscriminada, la incorporación de especies no nativas y la destrucción de hábitats. En Argentina, gran parte de su territorio está resguardada por diferentes áreas naturales, con el fin de preservar la flora y fauna. Sin embargo, la caza ilegal y la tala indiscriminada continúan poniendo en peligro la biodiversidad.
En Argentina se han establecido áreas protegidas con el propósito de salvaguardar el medio ambiente. Estas áreas comprenden parques nacionales, monumentos naturales y reservas, cada una con distintos niveles de intervención humana permitida. A pesar de los esfuerzos realizados en conservación, la pérdida de biodiversidad continúa siendo un reto importante.